Las tarjetas de crédito son el medio de pago más utilizado después del dinero en efectivo. Desde hace décadas, inundan nuestros bolsillos, llegando a convertirse en fuente de problemas financieros. Por eso, es frecuente, escuchar a muchos expertos en finanzas, aconsejar que ni te acerques a ellas, para evitar la tentación de usarlas, y así, salvaguardar la salud de tu economía. En este artículo, te voy a explicar cómo puedes utilizarlas para no tener problemas con ellas y aprovechar de sus ventajas.
¿Qué tipos de tarjetas existen?
Existen infinidad de tipos de tarjetas bancarias.
Las hay de débito, en cuyo caso, el cargo en cuenta, se efectúa en el instante en que se realiza el pago con la tarjeta.
Las hay de prepago o monedero, donde previamente, tendrás que recargar una cantidad de dinero, la cual será el límite máximo a utilizar.
Y también, están las tarjetas de crédito.
Leer más: ¿Qué tipo de tarjeta bancaria me interesa contratar?
¿Qué características tienen las tarjetas de crédito?
La principal característica de esta tarjeta es que incorpora un límite de crédito, esto es, un pequeño préstamo que la entidad emisora de las mismas, pone a tu disposición.
Todos los pagos que realices con estas tarjetas irán contra este límite disponible, y podrás realizar pagos, mientras sigas manteniendo saldo disponible en las mismas.
Incorporan diferentes formas de pago: por un lado, se puede pagar todo el gasto que realices con ellas de manera total al mes siguiente.
Esto, consiste en un aplazamiento de tus compras al mes siguiente. Por esta modalidad de pago no suele asumirse ningún recargo de intereses.
También, se puede pagar con ellas de manera aplazada, esto es, estableciendo un importe fijo o un porcentaje del saldo gastado con ellas. Esta modalidad sí suele implicar un recargo de intereses por el aplazamiento en los pagos.
Otra de las características que pueden presentar, es la posibilidad de incorporar distintos descuentos, bonificaciones, etc. por su utilización.
Además, normalmente, para que te concedan este tipo de tarjeta, te solicitarán que mantengas unos ingresos con relativa regularidad.
En los últimos años, en España, ha descendido notablemente el número de tarjetas de crédito en circulación.
Según los últimos datos publicados en 2019, el número de tarjetas de crédito se redujo hasta los poco más de 37 millones de unidades.
Esto, supone, que en España, hay casi 1 tarjeta por cada habitante .
¿Cómo puedes utilizar, eficazmente, tu tarjeta de crédito?


Utilizar tu tarjetas de crédito con sentido y responsabilidad, es esencial para la buena salud de tu economía.
Son muy habituales los casos en que se hace un uso descontrolado de ellas.
El hecho de realizar fraccionamientos en los pagos realizados con una tarjeta de crédito, hace que se comience a asumir un recargo de intereses por los mismos.
Esto es debido a que no se realiza el pago de las compras de manera inmediata y se hace uso de un préstamo
Al asumir el recargo de intereses por pagar a plazos y comenzar a realizarlo mes tras mes, se comienza a entrar en una espiral de gasto y deuda.
Esto es lo que, en concreto, llega a suceder con las tarjetas revolving, en las que sus titulares, se encuentran pagando toda la vida una deuda que apenas decrece con el paso del tiempo.
En muchos de estos casos, se termina por refinanciar estas deudas mediante préstamos.
¿Cómo puedes evitar llegar a esta situación?
Con unos sencillos consejos podrás utilizar una tarjeta de crédito, sin generar un problema para tus finanzas.
Consejos para usar tus tarjetas de crédito
1# Reduce los gastos extras por comisiones o cuotas
Evita cualquier pago de comisiones por tus tarjetas, cuotas de emisión, gastos de renovación o cuotas anuales, gastos por duplicado de plásticos, etc.
Aunque estas comisiones no supongan un gasto excesivo, es fácilmente evitable a poco que pongas algo de atención.
Una comisión, muy frecuente, es la asumida por usar tu tarjeta en cajeros automáticos distintos de los de la entidad emisora de tu tarjeta o con los de la entidad donde tenga el acuerdo de uso.
Busca, preferentemente, los cajeros automáticos de la entidad emisora de la tarjeta o con los que tenga el acuerdo de uso preferente.
2# No pagues intereses
Este punto es esencial.
No realices ninguna compra ni establezcas ninguna modalidad de pago que te implique un recargo de intereses.
Esto solo supondrá un coste adicional, por lo que debes intentar evitarlo de cualquier modo.
¿Cómo puedes evitarlo?
Fija la modalidad de pago total ,o la forma de pago inmediata, si tu tarjeta de crédito la admitiese.
3# No pagues con demora tus compras
El hecho de que no pagues los recibos de tus tarjetas en la fecha estipulada, provocará que la entidad emisora te aplique un recargo por intereses de demora y puede que, también, algún tipo de comisión por esta reclamación de impago. en el coste mensual de tus compras.
Haz todo lo posible por pagar el recibo de tu tarjeta puntualmente, evitarás recargos innecesarios que solo harán que tus compras te salgan más caras.
Indirectamente, también, contribuirás a ir creando un buen historial de pagador en la entidad financiera emisora de tu tarjeta, lo cual, te beneficiará, si en algún momento necesitaras solicitar algún tipo de financiación.
4# No pagues por las retiradas de efectivo
Tu tarjeta de crédito no solo sirve para que compres con ella, también podrás retirar dinero en efectivo de cajeros automáticos.
Normalmente, con una tarjeta de crédito, puedes efectuar estas retiradas contra el crédito de la tarjeta, o bien, contra la cuenta asociada a la misma.
Si tú tarjeta admite ambas operaciones, realiza las retiradas de efectivo siempre contra la cuenta.
Si haces uso del límite de crédito, tu entidad te cobrará por ello una comisión, pero no se suelen aplicar estas comisiones por las retiradas de efectivo contra la cuenta bancaria.
Vigila siempre como realizas estas retiradas de efectivo, para no asumir unos gastos que puedes evitar fácilmente.
5# Aprovecha los descuentos y bonificaciones que te ofrezcan
Es muy común, encontrar que las tarjetas de crédito incorporan descuentos y bonificaciones en tus compras.
Aprovéchalas para lograr sacarle el máximo partido a tu tarjeta. Aunque eso sí, gasta lo que necesites, no gastes más de la cuenta solo por aprovechar los descuentos.
6# Y si tienes que hacer uso del crédito de tu tarjeta, hazlo puntualmente y cancélalo cuanto antes
En ocasiones, y por distintas circunstancias puede que no tengas más remedio que hacer uso del crédito de tu tarjeta.
Si es así, no te preocupes, pero devuélvelo en cuanto te sea posible.
Tengo un problema con mis tarjetas de crédito, ¿qué puedo hacer?


Si te encuentras en una situación de agobio, por la deuda que se te ha acumulado en tus tarjetas de crédito, no te preocupes. Seguro que tiene solución.
Voy a darte unas sencillas recomendaciones, para que salgas de esa situación lo antes posible.
# Analiza tus finanzas
Lo primero de todo analiza tus finanzas, revisa todos tus gastos y los ingresos que recibes. Y estima cuál es tu capacidad de ahorro mensual.
Si ésta es cero o muy pequeña, debes comenzar a actuar de inmediato.
También, debes conocer cuáles son tus deudas y sus características. Qué plazo y capital pendiente te queda por devolver, que tipo de interés estás pagando, qué comisión se te aplicaría (si la hay) por cancelar anticipadamente tu deuda, etc.
# Reduce al máximo tus gastos
Ese análisis inicial de tus finanzas debe darte una imagen actualizada de por dónde se va tu dinero.
Debes enumerar y cuantificar todos tus gastos, tanto los habituales como los esporádicos.
Recorta todo lo que puedas tus gastos, pero sin necesidad de caer en la racanería.
Para ello, por ejemplo, recorta o suprime al máximo los gastos que consideres prescindibles y no te prives tanto, de aquellos que consideres más importantes para ti.
A largo plazo, de nada te serviría ser infeliz con este proceso. Simplemente, se trata de mentalizarte y llegar a interiorizar este cambio en tu vida.
Y llegar a disfrutar de este cambio.
Comienza por los gastos habituales, ya que al ser recurrentes, cualquier reducción en ellos que consigas, lo habrás logrado en todos los periodos futuros, por lo que esa mejora de tu ahorro será consistente en el tiempo.
Con esto, debes lograr comenzar a incrementar tu capacidad de ahorro.
Parte de este nuevo ahorro debes aplicarlo, directamente, a ir cancelando anticipadamente deuda de tus tarjetas.
# Revisa tus ingresos e increméntalos
No debes mejorar tu capacidad de ahorro, únicamente, por la parte de tus gastos.
También debes centrarte en tus ingresos, e intentar incrementarlos todo cuanto puedas.
Analiza si puedes obtener algún tipo de ingreso extra. Por ejemplo, vendiendo algunos objetos que no utilices.
Este ingreso extra que obtengas destínalo íntegramente a reducir tu deuda.
Lo ideal es que puedas generar nuevas fuentes de ingresos, pues te garantizarás una recurrencia en esos ingresos.
Conclusión
Un consejo que siempre doy, es que bajo ningún concepto te endeudes y pagues intereses por financiar cualquier tipo de gasto pasajero. Por ejemplo, unas vacaciones.
No olvides, que las tarjetas de crédito, no dejan de ser una modalidad de préstamo, que suele caracterizarse por los altos intereses que se asume con su utilización.
Por ello, debes tener mucho cuidado en como utilizas tu tarjeta de crédito.
Si sigues nuestros consejos reducirás el riesgo de usarlas y evitarás muchos problemas.
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